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Cuando Yo Sea Grande...

El próximo mes cumplo mis 28 años y todavía es la hora que utilizo la frase "Cuando yo sea grande...". Dicen que para ser quien deseas ser, nunca es tarde pero si me permiten ser honesta, mi vida no es nada de lo que planeaba fuera cuando me visualizaba a los 5 años.

Hace unos días estuve con Lex en el hospital porque tenía fiebre. Cuando me estacioné vi que en el carro de al lado había un ex-compañero de clases de cuando estudiaba Ciencias Biomédicas en la Interamericana. Estaba vestido con sus "scrubs" e inevitablemente pensé en mí. Esa visita al médico se tornó en algo mucho más profundo que un simple chequeo de Lex.

He pasado todos estos días analizando mi vida y no es el hecho de que haya dejado de estudiar biomédica cuando ya me faltaban tan pocos créditos para terminar y comenzar a hacer trámites para lograr entrar a la Escuela de Medicina. Esos estudios los dejé libre y voluntariamente aunque es inevitable pensar el qué hubiera sido de mí si no me hubiera metido al ejército. ¿Quién sería? De seguro ya también estuviera como aquel ex-compañero usando "scrubs" y paseando en los pasillos de algún hospital. 


Cuando interrumpí los estudios en el 2006, lo hice porque sabía que de continuar me convertiría en alguien que ya no quería ser. Cambié mucho durante el gran paréntesis que hice en mi vida para meterme al ejército. Recuerdo los últimos días que pasé acostada encerrada en un cuarto, en silencio total, esperando el día que me dieran mi pasaje para regresar a Puerto Rico. Días eternos aquellos. Escribí mucho y entre tantas notas, hice planes de lo que quería que fuera mi vida. "Quiero una vida lo más ordinaria posible. Un trabajo ordinario, en una ciudad ordinaria. Quiero ser madre y dedicarme a mi familia." 

Cumplí ese plan al pie de la letra. Hoy día soy madre, vivo una vida totalmente ordinaria, con un trabajo ordinario en una ciudad totalmente ordinaria. Por mucho tiempo no quise cuestionar mi vida, después de todo esto precisamente, era lo que había deseado para mí. ¿Por qué retractarme ahora? 

Ahora, si bien recuerdan mi primer post, les conté sobre mi naturaleza nómada. Ahora que mi hijo ha comenzado la escuela he comenzado a cuestionarme si éste debería pasar por lo mismo que pasé yo. ¿Debería proveerle la oportunidad de criarse como lo hice yo y aprender que en esta vida nada es estable, rodearse de nuevos entornos y cambiar? Porque eso somos, seres cambiantes y no hay mejor manera de conocernos como personas que experimentando. 

A diario me veo diciendo entre bromas, "Cuando yo sea grande..." y 3 de cada 5 veces es algo que de verdad quisiera intentar. Me veo sintiéndome mal. ¿Seré mal agradecida? Tanta gente que a mi edad no ha logrado ni la mitad de lo que he logrado y aquí ando queriendo tirarlo todo y seguir otro camino. Entonces me viene la idea de que no tiene nada de malo querer intentar otras cosas. Lo verdaderamente malo sería que quisiera encasillarme en una sola cosa y por esto, dejar de experimentar todas las posibilidades que me ofrece la vida. 

Mientras tenga la voluntad de ser, la frase "Cuando yo sea grande..." tendrá validez porque la grandeza a la que me he estado refiriendo va más allá de la física o la que se obtiene con el pasar de los años. La grandeza que quiero alcanzar es la de sentirme realizada como persona y esto sólo podría obtenerla a través de la suma de mis experiencias como madre, mujer, profesional. Pienso nutrirme de cada nueva oportunidad que se me presente. Es por eso que como meta me he propuesto agarrar mis maletas, coger a mi araguato y buscar un nuevo horizonte. El nuevo plan es vivir una vida extraordinaria