Pages

¿Bien y tú?

Estaba tuiteando y me vino a la mente cuando preguntamos a alguien: "¿Cómo estás?" y resulta que a quien preguntamos tiene siempre una respuesta negativa. Por más educados que nos hayan criado nuestros padres, llega el momento en el que esto comienza a molestar al punto que, se nos quitan las ganas de hacer esta clase de preguntas. 

Lentamente comenzamos a olvidar nuestros modales y nos convertimos en un ogro que al surgir la pregunta -"¿Cómo estás?"- matamos con un simple -"Bien."- y que se chave el -"¿Y tú?"-. He optado por arriesgarme y aparentar ser ese tipo de mujer a la que hemos bautizado como 'bicha', todo con tal de evitar que el otro salga a enumerar un listón de achaques o cualquier otra dolama que termina arrastrándonos con ellos al abismo de la depresión.

Ahora bien, ¿a dónde fue a parar mi sentido de compasión? A veces la otra persona sólo quiere buscar un tema de conversación. Esa no es la mejor manera de llamar a mi atención y hacer que yo muestre interés pero hey, al menos lo está tratando. 

Eso me llevó a pensar: ¿Será que la exagerada posibilidad de comunicarnos nos ha robado la capacidad de llevar una conversación? Estamos saturados de opciones para hablarnos (Facebook, Twitter, Whatsapp, textos) que nos hemos acostumbrado al "small talk" y a la hora de un real encuentro nos limitamos a tener conversaciones de "140 caracteres", imposibilitando el diálogo normal y sacando de la mesa la posibilidad de tirar "smileys" a falta de palabras. Créanme, he intentado tirar guiñaditas a lo loco y no es tan acertado como en una ventana de WhatsApp.

Antes, hablábamos con menos frecuencia pero las conversaciones tenían mucho más sentido, mucho más valor y eran menos superficiales. Anticipábamos una conversación con uno de nuestros allegados sin necesidad de tener que ver un "Last Seen", simplemente esperábamos. 

El tiempo es un factor que ha puesto en riesgo nuestra forma de socializar. Ahora existimos a través de una red social. En mi caso, "socializo" con el mundo exterior mientras hago mil malabares en el trabajo, limpio en casa, cocino, hago de "super mom" o hago cualquier otra cosa pero si me dicen para sentarme a tener una simple conversación siento que muero lentamente cuando tengo que poner en pausa mi vida. Es por eso que cuando realmente logro dar pausa y coincidir con uno de mis seres amados, disfruto. 

De vez en cuando se me da que tengo que dar un viaje de hora y media con una de mis personas favoritas en el mundo y compartimos una que otra conversación que nos hace olvidar nuestros teléfonos, compartir carcajadas y ponernos en el "mood" perfecto para contestar: "Bien, y tú?