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Juana y sus momentos de crisis

Ayer fue un día de esos en los que por más que quieres, no puedes salir de tu casa. Cada vez que me venía a la mente que quería comer aguacate y tostones y me venía esta mayor intención de levantarme, prepararme, bajar las escaleras, montarme en el carro, llegar al super y matar el antojo, no me fue posible. Mi domingo fue de puro ocio y no me arrepiento.

En una de esas vueltas que di en la cama, no sé ni por qué pero me vino a la mente que ya casi cumpliría 30 años. Es cuestión de na'. Pensé: "Wow! Llevo casi 30 años en este mundo." Recordé cómo era hace dos décadas atrás y cómo la idea de lo que era la vida se me hacía tan grande como el universo, infinita. Más tarde fui descubriendo que la muerte era algo real, no se daba solo en películas. Perdí grandes miembros de mi familia y supe que la vida no era tan extensa como yo pensaba. 

Tuve tantos planes y en mi mente cree tantos escenarios para mi vida que quizás el tiempo no me iba a dar. La sensación de estar en los mid-twienties y sentir que aun tienes todo el tiempo del mundo es casi una ilusión. Aun así, he logrado muchas cosas. Tanto así que he sentido que he vivido otras vidas dentro de esta vida. Así se sienten. El mundo y las experiencias que viví cuando era niña, cuando fui militar, en mi primer matrimonio, todo parece otra encarnación y esta nueva vida es solo un nuevo comenzar. Lo único que he logrado mantener ha sido los recuerdos y con suerte he podido traerme a las personas que más amo en este mundo. 

Pues, pensaba en todo esto y de pronto me vino a la mente los treinta. Dicen que esta es una de las mejores décadas de una persona, estamos centrados, nos conocemos como personas, conocemos el mundo en el que vivimos. Las posibilidades de que las cosas nos vayan mejor que en las pasadas décadas, son más altas porque se supone que cometamos menos errores. La cosa es que todo lo que tenía planeado no pasaba de los 30. ¿Qué carajo voy a hacer cuando llegue a los 40? ¡¿A los 40?! ¡Moriré! Ya después de ahí todo es cuesta abajo. Se me empiezan a notar más los años. Me imaginé mi vida a los 40 y pensé de Bryan hecho un hombre. Ya tendrá unos 18 años. ¡Ay coño! ¡Estoy hiper-ventilando!

Todo eso pensé en una sola vuelta. Me volví a voltear. Traté de respirar. 1,2,3,4,5,6,7,8,9,10. Nena, tienes 27 y ya estás sufriendo porque pronto tendrás 40. Miré a Bryan: Ok, tiene 6 todavía....Resoplé. 

Nada de lo que he vivido estaba planeado. Aun con todos los escenarios que me imaginé, nada ha sido igual. La vida no se planea, se vive. Esto es algo que debo recordar. El tiempo pasará, ganaré y perderé, algún día moriré. Mientras, vivamos.